b

b

lunes, 1 de junio de 2015

Lo de dentro (II)




“esos hombres manchados por las últimas horas
de la ocasión perdida,
me recuerdan a mí”
-       Luís G. Montero.

Te hablo de la vidas que se cruzan, de la personas que sólo pasan una vez en la vida. De esa gente que cuando la tienes al lado parece que abran la ventana de una habitación que llevaba demasiado tiempo cerrada. Y vuelve a entrar la luz y un aire nuevo que te remueve por dentro. Esas personas que llegan hoy y se van mañana pero que en ti se quedan para siempre.

Tú, con mirada escéptica, citas a Quique González y sólo me respondes que "la vida te lleva por caminos raros".
 
Te explico sobre las implicaciones místicas de todo esto, de hilos invisibles que nos mueven, de que hay algo que nos une y que no existen las casualidades. Que leas las señales, que hagas caso de tu instinto. 

Tú me dices que eso está bien para las películas pero que hace mucho que dejaste de creer en la magia y que el instinto a veces juega malas pasadas.  

Te digo que no se trata de magia que es “la ocurrencia temporal coincidente de eventos acausales”. Que mires más allá, que a veces lo más improbable ocurre y que no lo dejes escapar.

Entonces vuelves a poner esa canción que no has dejado de escuchar desde aquel día y me dices que a pesar de lo que diga Jung, es el azar el que hace y deshace, que no hay señales, que nada está predestinado. Pero que eso no te importa. Que tú siempre lo vas a poder encontrar en la poesía.


sábado, 2 de mayo de 2015

El desencanto...



…O todo aquello que íbamos a ser y nunca fuimos. 

Es posible que sea una joven muy escéptica, con muy pocas creencias y a la que ya le cuesta demasiado identificarse con grandes luchas y revoluciones.
Pero, puedo verme a mí misma conversando con amigos en noches acompañadas de alcohol y de tabaco. Esas noches en las que arreglamos el mundo y sostenemos el cigarro entre los dedos, con firmeza, como agarrando todas nuestras convicciones. Porque en nuestra ingenuidad aún nos sentimos dueños de nuestra vida y de nuestro destino. El futuro es nuestro y tenemos toda una vida por delante para conquistarlo. Porque a pesar del mundo y de nosotros mismos, seremos capaces de salir adelante con dignidad y sin perder por el camino nuestros ideales o nuestra rebeldía, conquistando nuestros sueños. No. Nosotros no seremos los que, una noche cualquiera, cuando la vida ya nos haya pasado por encima, nos preguntemos cuándo fue que nos dimos por vencidos. Ni aquellos a los que nos invada una terrible desilusión y desencanto de regreso a los días de nuestra juventud.No. Nosotros no.





De eso va esta película, del desencanto vital, de los sueños de juventud que nunca se cumplieron, de la revolución que nunca fue, de la amistad...  Todo eso con el trasfondo de la revolución cubana y de la manera en que marcó a los protagonistas de la película.